BENEFICIOS DEL YOGA
-ESPIRITUALES
El impulso espiritual en la práctica del yoga.
Quizá sea la espiritual la dimensión más específicamente humana.
Su búsqueda nos pone delante de nosotros mismos, de lo más profundo del hombre: el deseo y la necesidad de sentido.
Buscamos el sentido a nuestras vidas y tenemos que aprender a aceptar lo que eso implica: la propia responsabilidad de lo que hacemos libremente.
La espiritualidad nos acerca, nos unifica y nos dimensiona, más allá de credos o religiones. La espiritualidad no es cristiana ni budista ni islámica, es personal y se hace colectiva cuando se deja expandir.
Somos una mezcla de instintos y necesidades, por una parte, y de apertura a una trascendencia y aspiración a la perfección por otra. Nuestra humanidad consiste en la tensión o equilibrio entre ambas.
La espiritualidad es afirmación de la vida, afirmación de su misterio y su riqueza.
La espiritualidad tiene que ver con la alegría de contemplar unos horizontes amplios, con la confianza en nuestra andadura, aunque no siempre podamos prever el resultado.
La espiritualidad es el recogimiento silencioso del ser humano que se maravilla, que se asombra, que ríe y que llora. El ser humano maravillado por una tormenta, ante la vida que surge o ante la vida que parte, ante una obra de arte, que se espanta ante la enfermedad... Espiritualidad es sentirse diluido en el amor universal del que formamos parte como respiración única, como aliento.
-FÍSICOS
"La vida eterna pertenece a aquellos que viven en el presente"
1. Aumento de la conciencia en las sensaciones: Estar atentos al cuerpo significa darnos cuenta de los sutiles cambios perceptivos que se producen en nosotros a cada momento. Atentos a la presión en la piel, al roce, al frío y al calor, atentos a lo que nos llega por los oídos, por la nariz, por los ojos, atentos al gusto, hasta el sabor de la saliva puede cambiar en función de la activación del sistema nervioso parasimpático. Así nos acostumbramos a permanecer relajados y vigilantes a nuestra realidad.
2. Flexibilidad y mejor tono muscular: La flexibilidad y la mejoría del tono muscular dan lugar a una fuerza física basada no en un fortalecimiento muscular exagerado, sino en la capacidad del cuerpo para responder eficazmente a lo que se le pide, concentrando la energía donde es necesaria y manteniendo al resto del organismo perfectamente relajado. Se da un equilibrio entre músculos agonistas y antagonistas que se manifiesta en la armonía de la postura.
3. Activación de la circulación sanguínea: Los asanas, y principalmente las respiraciones profundas y abdominales que llevamos a cabo durante la realización de éstos, producen una reactivación sanguínea y un masaje a los órganos internos que mejoran el aporte de oxígeno y, por tanto, su funcionamiento. Riñones, hígado, páncreas, bazo, corazón e intestino se benefician de un aporte extra de oxigeno que los limpian de impurezas y mejoran su actividad.
4. Aumento de la capacidad aeróbica: La típica respiración consciente y completa que se da en la realización de los asanas, y los diferentes tipos de ejercicios respiratorios que aprendemos en pranayama, limpian con un mayor aporte de oxigeno el torrente sanguíneo y, al mismo tiempo, los canales respiratorios. La cavidad torácica se amplía, y disminuye la frecuencia respiratoria, por lo que baja la combustión de oxígeno. Nuestro nivel de activación se mantiene más bajo, estamos más tranquilos, disminuye el estrés y tenemos mayor control sobre nuestras emociones.
5. Mejoría en las defensas del organismo: El conjunto de estos efectos hace posible un funcionamiento más eficaz del sistema inmunitario. Estamos menos expuestos a las enfermedades y particularmente notaremos una resistencia mayor a los catarros y gripes que son tan frecuentes en nuestro medio.
6. Relajación: Entre los efectos positivos de la práctica de Yoga está el aprendizaje de la capacidad para relajarnos. Con la práctica continuada aprendemos a relajarnos mejor en situaciones de tensión, y somos capaces de tomarnos pequeños "descansos" durante nuestra vida cotidiana.
7. Equilibrio interior: Después de una clase de yoga bien hecha saldremos más descansados que cuando hemos entrado, con una sensación de mayor energía y levedad. Todo ello mejora el equilibrio del ritmo vigilia-sueño, y nivela la tensión arterial.
-MENTALES
Se puede conocer el mundo sin salir de casa.
Sin mirar por la ventana puede conocerse el sentido del cielo.
Cuanto más se recorre, tanto menos se sabe.
Lao-Tse
Entrenamiento mental en la práctica de yoga
1. Aumento de la concentración y la atención mental: Un buen profesor de hatha yoga debe insistir ante sus alumnos en la importancia de la atención en lo que estamos haciendo, debe indicar para cada asana donde es necesario fijar la atención mental. Este ejercicio sistemático mejora el nivel de concentración.
2. Mejoría de la memoria: Se sabe que la memoria disminuye con el estrés y la ansiedad, y mejora con la atención y la concentración. Esas son consecuencias de la práctica continuada de yoga.
3. Entrenamiento de la capacidad de comprensión intelectual: La práctica del jnana yoga, o yoga del conocimiento, con cursos y retiros de fin de semana, y las sesiones de yoga mental, con lecturas dedicadas a temas relacionados con una visión amplia de la vida donde cabe la espiritualidad, entrenan y mejoran nuestra capacidad de comprensión intelectual.
4. Educación de la voluntad: La inmovilidad en los asanas, la permanencia y la concentración en la práctica educan la voluntad. Y la voluntad es capacidad, es el combustible que pone en marcha nuestras intenciones y nuestros propósitos.
5.- Manejo eficaz de las emociones: Normalmente las emociones reprimidas que permanecen en el inconsciente tienden a salir a la superficie por caminos laterales en su lucha con los mecanismos de defensa. Esa lucha consume importantes cantidades de energía y contribuye a que la angustia y el estrés se adueñen de nosotros. Una de las características de la práctica del Yoga Mental consiste en no rechazar los contenidos de la mente, dejarla fluir sin afirmar ni rechazar nada, ir calmándola paulatinamente a través de la respiración.
La fluidez de la conciencia unifica mente y emociones, nos permite recuperar partes reprimidas, y conocernos mejor a nosotros mismos.
-PSICOLÓGICOS
1.- Darse cuenta del "aquí y el ahora": La práctica del yoga nos sitúa en el presente. Prestamos atención a lo que hacemos, aprendemos asentir las sensaciones corporales y a ser conscientes de los emociones y las imágenes mentales. Darse cuenta es incrementar el control.
2.- Integración del esquema corporal: La dificultad de algunos asanas, con posturas poco frecuentes y la ejecución bilateral de otros permiten que vayamos tomando conciencia cada vez más fina de nuestro esquema corporal. Nos ayudará a situarnos mejor en el espacio. consciente sobre nuestra vida. Vivir en el "aquí y el ahora" es estar en el presente, atento y capaz de reaccionar con presteza.
3.- Atención mental y concentración: Más importante que la mayor o menor perfección en la postura es el grado de concentración que somos capaces de alcanzar. Por eso, hacer yoga es una actividad al alcance de mucha gente, sana y enferma, joven y mayor. Debemos atender no solo a la mejoría paulatina de la postura, sino también al estado de nuestra mente y nuestras emociones, a la respiración consciente, con una concentración cada vez más eficaz, haciendo de la sesión un momento de intimidad con nosotros mismos.
4.- Apertura a la vida y menor número de defensas psicológicas: Otras consecuencias de la práctica del yoga son una actitud confiada y esperanzada ante los acontecimientos de nuestra vida, conscientes de nuestra destreza y nuestra valía como seres humanos, y menores defensas reactivas ante la frustración y los sucesos desagradables de la vida.
5.- Equilibrio emocional: Ser conscientes de nuestras propias emociones ayuda a relativizarlas, dándoles la importancia que les corresponde, y también a disfrutar de ellas. Disfrutar de nuestras emociones positivas con moderación, y ser capaces de poner todas en su contexto, tanto las que nos producen placer como las que nos resultan dolorosas, es el objetivo que se marca cualquier técnica psicológica para mejorar al ser humano. La práctica de yoga nos ayuda a conseguirlo.